¡ Qué contenta estoy, Señor ,
con el nombre de mi calle!.
Vivir donde yo vivo
es algo extraordinario.
Vivo al lado de la Iglesia,
muy cerca del campanario
teniendo, pues, a Jesús
por vecino en el Sagrario.
Al amanecer el día
y en el morir de la tarde
me saludan las campanas
con un "tan _tan " adorable.
Mi calle es toda un lujo;
tiene algo extraordinario
porque mi calle se llama ...
se llama... calle Calvario.
viernes, 22 de agosto de 2008
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